Ya has conocido a esa persona especial y el noviazgo va a las mil maravillas. Sin embargo, todavía es demasiado pronto para dar los primeros pasos hacia el altar. Si te identificaste con esta situación, quizás te preguntes si una buena opción sería vivir juntos antes de casarse.

Hoy en día, muchas parejas se acercan a esta experiencia de vida, que puede ser muy beneficiosa para la relación. Al mismo tiempo, dejar la casa de tus padres o tu propio rinconcito para compartir tu vida con otra persona puede ser un gran desafío.

Para ayudarlo a tomar la decisión correcta, aquí hay algunas ventajas y desventajas de vivir juntos antes de casarse. ¡Vamos a verlas!

Beneficios de vivir juntos antes de casarse

Cuando estamos enamorados, lo único que queremos es pasar el mayor tiempo posible con la otra persona. Si sientes que estás en la misma página que una pareja, realmente vale la pena considerar compartir el mismo techo. Consulte otras ventajas de esta opción.

Conoce mejor a tu pareja

Vivir con otra persona no siempre es una tarea sencilla. En este punto, la convivencia antes de casarse puede ser una gran idea, ya que antes de hacer un compromiso más serio con familiares y amigos, ya sabrás si existe complicidad, compañerismo y tolerancia por ambas partes.  

Analizar la relación con más profundidad.

El momento en que dos personas conviven bajo un mismo techo es muy bueno para alinear pensamientos y proyectos. En este momento pueden darse largas conversaciones sobre temas más complejos, como hijos, carrera, intercambios, etc. De esta forma, se evita un matrimonio en el que la pareja no esté de acuerdo en puntos muy importantes.

Dividir las cuentas en lugar de vivir solo

¿Por qué no combinar lo útil con lo agradable? Si la pareja se lleva bien y ya tiene planes para ir al altar, una gran idea es vivir juntos antes de casarse y ahorrar para un sueño más grande, como comprar un departamento o ese viaje especial de luna de miel.

Desventajas de vivir juntos antes de casarse

Como no todo en la vida son flores, a partir de ahora enumeramos los puntos no tan agradables de dar este paso en la vida juntos. hacer un seguimiento.

Deja que la relación caiga en una rutina

Alimentar un anhelo ardiente durante la semana y contar los días para encontrar al ser amado es muy bueno para cualquier relación. Por lo tanto, piense bien en mudarse juntos antes de casarse, ya que se necesita mucha dedicación a diario para simplemente no acostumbrarse a la presencia del otro y dejar que la magia se escape entre sus dedos.

Haz un compromiso más frágil

Un punto muy importante a considerar es la cuota de fragilidad que ofrece la convivencia para ambas partes.

Cuando hay un matrimonio formalizado -es decir, cuando la unión se inicia en presencia de testigos, un juez y el intercambio de votos ante los invitados-, la tendencia es que, en un momento de crisis, se analice a fondo una posible ruptura de vínculos. y las consecuencias ponderadas. Al vivir juntos, la pareja puede sentirse menos presionada y simplemente abandonar un proyecto de vida a la primera dificultad que enfrenta.

Sentirse cómodo con la situación

A veces, la novia y el novio deciden mudarse juntos y nunca casarse. ¡Eso mismo! Puede que la convivencia funcione tan bien que se haga válida la máxima: “en un equipo ganador, no te muevas”. Si formalizar el matrimonio es un tema fundamental para ti, deja muy clara tu opinión y fija pronto la fecha, aunque sea para dos años.

Como has visto, mudarse a vivir juntos antes de casarse es una decisión que requiere reflexión y planificación. Por eso, mantén siempre un diálogo abierto con tu pareja, a fin de identificar las inseguridades, deseos y sueños que pretendes cumplir en tu camino juntos.

¿Y tu? ¿Estáis pensando en vivir juntos antes de casaros o ya estáis viviendo esta situación? ¡Dinos en los comentarios!